El escritor y psicólogo Martin Seligman afirma: “Si lo único que tuviéramos fueran emociones positivas, nuestra especie habría muerto hace mucho tiempo”.
Y aunque en estos últimos dos meses he ido cambiando de estado como de paso, saber que le he puesto ganas a «esto de sonreír» a pesar de toda esta «mandanga», sin excusas ni culpas, haciéndome a este nuevo entorno propicio, me tiene realmente sorprendida.
Estamos leyendo cada día, que nos enfrentamos a un escenario en el que el mundo ha mutado de manera radical y, de repente, aquello que entendíamos como «normalidad» deja de serlo y, un buen día, la primavera nos dice “mirarás pero no tocarás”. Entonces:
Despertamos y no hay calles, ni coles, ni parques…
Ponemos en pausa los sueños y en prórroga las alarmas.
La capa de superhéroes cae y la vulnerabilidad amenaza.
Vemos la vida por la rendija de nuestra máscara.
El supermercado es un tour para valientes.
Cambiamos abrazos por canciones y aplausos.
Los muros son barricadas y al mismo tiempo nuestra cárcel, y los que habitan fuera, enemigos a los que evitar.
Tartamudez
Hola, soy YOLANDA SALA y lo que quiero contarte es tan chulo que me encantaría que encontraras un ratito para leerlo con calma.
¿Qué es lo “normal” sino un valor de frecuencia estadística?. 21 días nos cuesta instaurar un nuevo hábito, pero a mí me ha costado más de media vida llegar a una casi normalidad por una amenaza que no se llamaba Covid-19 ni venía de lejos. Se llamaba TARTAMUDEZ y venía con el mismo paquete de restricciones. Y qué casualidad, no me pidió permiso, ni me preguntó si estaba preparada. Tampoco a mi entorno, que desde luego lo estaba menos que yo.
Ese ha sido siempre mi secreto. Bueno, no sé por qué le llamo “secreto”, si en realidad todo el mundo lo sabía y aparecía en los sitios incluso antes que yo. Esa bola negra, peluda y con patas me acompaña casi desde siempre. Y aunque ahora me encanta hablar de ella, hasta que no terminé mi guerra y no la convertí en aliada, no pude ponerle nombre.
¿Por qué yo?
Las disfluencias irrumpieron en mi vida sin avisar, sobre los 6 años y desde entonces siempre pensé que llegué al mundo fallada. ¿Sabes?, pueden ser puñales las palabras cuando caprichosamente deciden quedarse largos segundos confinadas en la garganta sin querer salir. Hasta mi propio nombre pasaba muchas semanas en cuarentena. Sólo era Yolanda Sala cuando pasaban lista en clase, porque cuando tenía que decirlo yo, podía salirme cualquier cosa. Es lo más difícil del mundoooo.
Y así, escuchando el sonido de las sillas de mis compañeros girarse para ver qué les pasaba a mis palabras y el “no te pongas nerviosa” o el “tú hablas así porque quieres” de mi propia familia, se fue construyendo mi memoria y mi currículum. Experta en renuncias, matrícula de honor en circunloquios, título superior en escapismo, acreditada oficial en sentimiento de inutilidad…
¿Tanto puede pesar una palabra como para no poder arrastrarla?. ¡Joder!, si era una niña que sólo quería tener problemas comunes, como llamar al chico que me gustaba y no colgar antes que sonara su voz.
Durante la mayor parte de mi vida no busqué oportunidades de crecimiento ni grandes retos. Y si los hubo, directamente renuncié a ellos. Fueron tiempos de sobrevivir con lo que tenía, en el lugar que sentía que ocupaba, el último.
«Todo a mi alrededor era grande».
Tiritas
Hoy queda poco de la niña de ayer. Y aunque hay días en los que el miedo todavía me recuerda que «soñar es peligroso» y me trata de hacer creer que “yo no puedo”, “que no va a salir bien”, sé que NO ESTOY SOLA, porque no imagino cosa peor.
Y es que en la vida a uno le pasan cosas y le pasan personas, y a mí me ha pasado una de las cosas más increíbles del mundo, la Fundación Española de la Tartamudez. Y gracias a ella, he ido llenando mis bolsillos de tiritas, de esas que llevan dibujos chulos y que es un orgullo enseñar.
De esta manera, con unas cuantas cicatrices más, recorro mi propio camino a la vez que formo parte del camino de otra mucha gente y JUNTOS trabajamos para situar a las personas con tartamudez en el centro, libres de prejuicios y vetos. Y para eso, ha sido clave un espejo. Uno de cuerpo entero con el que mirar de frente a mi enemigo, el dragón más feroz del cuento. Y resulta que se parece un poco a mí. Las batallas no han parado desde entonces, hace más de 15 años y, hoy, aunque ya es pequeño y da hasta pena, muchas veces despierto aferrada a él, como sin querer soltarlo. Pero es en este momento, con vosotros como testigos, cuando hago mi promesa: «Recoger las palabras y las letras que no se escuchan y devolverlas a su sitio, a sus dueños y hacer que no se pierdan nunca más».
Todos somos bienvenidos
Y así, casi sin darme cuenta, he ido dibujado una huella en los demás, lo que ahora llamamos dejar marca personal. Esa que todo el mundo quiere fabricar, descubrir, pero que realmente es inherente a cada uno y no sabe de fórmulas ni de instrucciones mágicas. Así, sirviéndome de las cualidades que he adquirido siendo parte activa del movimiento asociativo y siendo especialista en el uso de las herramientas propias del diseño gráfico para darle voz, inicio nueva etapa de creatividad y comunicación aplicada a un cambio real inclusivo. Porque éste es el momento de cambiar miradas para hacer del MUNDO un lugar más chulo PARA TODOS, no para unos cuantos, ¿no crees?.
Si tú también formas parte de una tribu motivada que quiere alcanzar una sociedad más incluyente, VAMOS JUNTOS; seré la mujer más feliz de la galaxia. Déjame conectar tanto contigo que puedas ver a través de mis gafas de «todos somos bienvenidos».
Déjame que te invite a volver a este rinconcito, y que luego te vayas con «cara de wow» y «ojos llenos de ese nosequé» tan inspirador.
Y vamos a hacer que éste sea un buen momento para las personas con discapacidad. Sencillamente porque el ahora es lo único que tenemos. Y hacerlo es precisamente lo que va a marcar la diferencia entre quiénes éramos ayer y quiénes queremos ser mañana.
Porque cuando salgamos de ésta, hay otro mundo posible y quiero poder diseñarlo🙌❤
¿Qué puedo hacer por ti?
El diseño y la comunicación son herramientas clave para promover cambios de paradigma, y en eso «soy la leche» de buena. MI PLAN: innovar y avanzar en la búsqueda de «SOLUCIONES FOR ALL» y ser catalizadora para un cambio justo y positivo, instando a otros diseñadores y clientes a incorporar criterios inclusivos en su actividad y producto.
13 comentarios en “Hay otro mundo posible y quiero poder diseñarlo”
¡Me encantan tus palabras Yoli! Siempre da gusto “escucharte”.
Deseandico (sí, acabado en -ico, como decimos los murcianos) estaba de que tu proyecto personal viera la luz y pudiera inundar al mundo entero. Estoy segura de que te irá genial, porque todo lo que haces lo haces dando el 200%.
¡Nunca dejes de inspirarnos! 🥰
Gracias logoamigui
por motivarme a crear y creer en mi trabajo.
Me encantó! Maravillosa propuesta que sólo puede nacer de una persona maravillosa.
Que tu pasión y buena vibra sean eternas mi querida Yoli!
Gracias amiga.
Deseando diseñar millones de tiritas con diseños chulos que curen e inspiren.
La unión de muchas voces es una voz mucho más poderosa. Gracias Claudia ser parte de esa voz
Saludos desde Bolivia, me ha encantado, Que logres todo lo que te propongas hoy y siempre. Te deseo lo mejor👏
Que bello todo lo que haz contado Yolanda.Te felicito por este nuevo reto. Exitos!!
Gracias querida Laura Duda.
Ha sido un ejercicio duro de mirar pa’dentro y bucear en esos recuerdos que nos han marcado el camino. Afortunadamente ahora ese camino es mucho más libre gracias a aceptarme como un ser decididamente imperfecta.
Un abrazo desde argentina! Te deseo lo mejor y más!
Romi, me encanta que sigamos conectadas. Gracias por tu apoyo y tu confianza.
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